Aprovechando la magnífica exposición que se está realizando en
Palau Robert dedicada a Ferran Adrià i al restaurante “el Bulli” vamos a echar
un vistazo al trabajo de identidad que tuvo el magnífico local en su última
etapa.
Dicho trabajo fue realizado por el estudio “clasebcn”
situado en la capital catalana. Lo impactante de su proyecto es el uso de una
imagen tan singular como un perro en lugar del uso, ya muy característicos, de
elementos gastronómicos.
Ellos mismos
nos lo describen así: “Puede
sorprender que la cara de un bulldog francés se convierta en el símbolo de un
restaurante. En el Bulli todo es posible, no podíamos representarlo con iconos
de cocina, así pues, la investigación fue más allá. “Bulli” viene de “bulldog
francés” y la primera propietaria, en 1963, tenía un buen número de esta raza
revoloteando por el restaurante y su entorno”.
Así pues tal y como lo
conocemos, el Bulli se fundó el año 1962 a manos de Hans Schilling y Marketta Schilling, los cuales se les conocía por
su particular pasión por los Bulldog, conocidos en francés como “bully”
El bulldog se convierte en la imagen de la modernidad, una
imagen sugerente y atrevida acompañada por una pulcritud basada en el contraste
de blanco y rojo con pequeños toques de color.
Ahora que el Bulli ha cerrado sus puertas recordamos un
trabajo increíble que aún tenemos presente, tanto culinario como creativo en
todos los sentidos.
Web del estudio gráfico: clasebcn.com
Imagotipo del restaurante